martes, 26 de agosto de 2008

Francisco Ercilio Moura CEDAL

Es una iniciativa que tiene la idea de hacer un balance sobre la situación de la responsabilidad social ya no sólo desde la mirada empresarial, sino desde los distintos stakeholders como el propio Gobierno Central, Gobierno Local, Regional, asociaciones, ONG’S, instituciones académicas, sindicatos etc. La tendencia en este tema es que todos los grupos de interés incorporen conductas y prácticas sobre el tema, ya que para fines del 2,009 estará la nueva norma ISO 26000, que es muy stakeholders que si bien no tiene fines de certificación, marcara un hito importante para las prácticas socialmente responsables.

¿Qué puede opinar de la responsabilidad social en el Perú?

Hay algunas experiencias interesantes como por ejemplo, en el sector de minería, sin embargo falta mucho porque la mediana y pequeña minería todavía desconocen el tema e incluso algunas grandes mineras todavía son renuentes a estas buenas prácticas y al aceptar escuchar, incorporar y dialogar con los otros componentes de su entorno en cuanto a estas iniciativas, siendo este el punto distinto de la responsabilidad social. Esto es un proceso que se está iniciando, tenemos muchas experiencias en torno a la filantropía que son relevantes, pero la responsabilidad social es algo más grande.

¿Cómo participa Cedal de este proyecto?

Nuestro compromiso en esta iniciativa es saber cual es la lectura que el sindicalismo y los trabajadores tienen en este tema y que perspectivas avizoran, tratando de diferenciar los conflictos de intereses y las naturales posturas corporativas de los sindicatos.

¿Cómo esta trabajando Cedal en responsabilidad social?

Cedal tiene unos programas en los cuales capacitamos a trabajadores, gerentes y supervisores de las empresas sobre Derechos Humanos en el trabajo, para mejorar las relaciones humanas y como este aspecto, influye en la productividad de la compañía.

¿Cuál es nuestra realidad en torno a los Derechos Humanos en el trabajo?

Es una realidad todavía crítica, todavía tenemos grandes industrias en donde la semana laboral va más allá de 60 horas y no se pagan. Es decir, el concepto de hora extra aún es un concepto autoritario y no voluntario, cuando esta es una postura voluntaria del trabajador y muchas empresas creen aún que el trabajador que no quiere hacer horas extras, es un trabajador hostil.

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